Una contraposición en lo formal y espacial es lo que caracteriza el nuevo conjunto. Se procede a recuperar la mayor parte del cuerpo murario del edificio central y llevarlo a su estado original, casi virgen en el que el ladrillo exprese en toda su magnitud su condición tectónica y vernácula; como así también sus características físicas: textura y porosidad. A esto se contrapone un nuevo cuerpo con una resolución material en la que se trata de exacerbar la artificialidad del objeto.
El vidrio y los patios interiores se utilizan como herramienta para acentuar las diferencias; también desde un punto de vista fenomenológico para lograr a través de los recorridos, la dilución de estos límites estrictos.
El frente se conforma entorno a un nuevo elemento, una cinta que va envolviendo al edificio dándole unidad pero a su vez generando los episodios necesarios para demarcar los distintos ingresos y usos del edificio.
Proyecto:
- Arq. Marcelo Kopca
- Arq. Carlos Candia
- Arq. Cristian Mare
- Arq. Verónica Orué
- Arq. Miguel Balaguer
- Arq. Javier Primucci




